viernes, 3 de enero de 2014

LA ENERGÍA Y LO REYES MAGOS



 Acercándose esta última festividad navideña, tan tradicional en nuestro país, como es el día de Reyes, y teniendo garantizado que este año no me traerán absolutamente nada;  me he puesto a pensar. Cavilando en mis conclusiones, he llegado a la convicción de que tengo que escribirles la ancestral  carta a sus majestades. Pero no para decirles que he sido bueno y que me traigan regalitos; más bien para lo contrario. Que este año he sido malo y que me merezco que me echen carbón, a ser posible mucho.
 ¿Por qué? Se preguntarán mis curiosos lectores. Cuando esa era la amenaza que te puntualizaban tus padres para conseguir tu buen comportamiento. Porque nadie ha caído en la cuenta, aunque desusada de forma directa en la actualidad, que el carbón es una energía. Y si estos monarcas cumplen sus promesas con  aquellos que se portan mal, te están regalando algo que en los últimos tiempos, con esta apabullante crisis que estamos afrontando, está por las nubes. Solamente hay que echar un vistazo al incremento de las tarifas de electricidad y gas en estos postreros meses para hacerse una idea de ello.
 Descartando directamente al gordinflón, anglosajón de barba blanca y uniforme rojo hortera, que no te ofrece la posibilidad de entregarte este desaprovechado recurso con tantas expectativas; voy a hacer una pequeña explicación de mis motivos para sugerir tan extraña petición:
  No tengo trabajo, se me acaba la prestación de empleo y como nadie me quiere contratar por ser mayor de 45 años, lo llevo claro para conseguir ingresos extra. Por lo tanto; lograr pagar las crecientes facturas de gas y luz, para cocinar y caldear la casa este invierno, se está tornando una empresa casi imposible. Y vasta que haya una situación de recesión económica para que los inviernos sean considerablemente crudos.
http://estaticos.elmundo.es/elmundo/imagenes/2013/01/03/economia/1357232906_0.jpg  Ahora me planteo cuanto carbón necesitaría encargar a sus majestades para salir airoso este invierno ¿Una saca, dos, tal vez tres? ¿Cómo se mide lo malo que debe ser uno para que te traigan lo suficiente?
  Como lo que poseo en mi casa es una calefacción central de gas ciudad y una cocina de placas eléctricas; para no tenerlas que encender, tengo en vistas hacerme con uno de esos bidones de metal de 200 litros, que se usan generalmente para el aceite mineral, con el propósito de usarlo como estufa y de fogón adicional. Consiste en llenarlo de agujeros, para que entre el oxigeno y facilitar la combustión, y poner una chapa de metal encima, también agujereada, para guisar los alimentos. Tengo que hacer hincapié a los Reyes para que no me traigan el carbón en sacas. Es más útil recibirlo en cajones de madera paletizado; porque necesitaré su madera, hecha astillas, para poder producir el buen quemado del mineral.
Por último, ya que se habla mucho sobre el tema de emprender, se me ocurre que podría sacar provecho de un negocio que tengo en mente. Se trata de asar castañas y venderlas. Claro está; tendría que ser un negocio en B, tan de moda hoy en día, porque como tenga que pedir permisos a las distintas administraciones, pagar aperturas e impuestos ¡Apaga y vámonos!
 Bueno; dicho esto, comienzo con mi carta: Queridos Reyes Magos de oriente… 


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